martes, 26 de octubre de 2010

La excelencia consiste en pasar del discurso a la acción

La mayoría de nosotros hemos leído o escuchado sobre la importancia de la excelencia tanto en las empresas como en los individuos, pero ¿Qué debe hacerse para que realmente funcione?

A través de años de experiencia en el área de capacitación me he dado cuenta porque el deseo de implantar la excelencia no les funciona, entre muchas cosas se pueden mencionar las siguientes fallas:

1. Quedarse solo con la teoría: Para todo cambio sin duda que se debe comenzar con la información, pero muchos programas de capacitación solo cumplen el rol de ser informativos y si es verdad que pueden ayudar en alguna medida solo funcionan en corto período y después la idea se muere. Para lograr hacer que las ideas se vuelvan prácticas es indispensable un plan estructurado para su cumplimiento.
2. La excelencia debe ser un estado de las personas: Para que las ideas de calidad funcionen estas debe estar totalmente integradas en el individuo, en base a muchos esfuerzos bien organizados las personas adquieren los hábitos necesarios para convertirse en hombres y mujeres de excelencia.
3. 3. Falta de persistencia: El ser constante en una idea es una de las tareas más difíciles principalmente cuando los resultados no se presentan y cuando hay que derribar una gran cantidad de barreras a fin de lograr lo que se desea.
4. 4. Mala planeación: A veces las personas tienen todo el deseo pero no existen planes claramente definidos que puedan apoyar las nuevas ideas, eso puede ocasionar desánimo y negativismo lo que ocasiona que su implantación sea más compleja.
5. 5. Mala comunicación: La buena comunicación es vital en toda actividad humana, para cumplir objetivos es importante definir los canales de comunicación adecuadamente y que todos los conozcan.
6. 6. Inadecuada evaluación y seguimiento: En la vida toda idea de cambio debe medirse no importa si la medición es cualitativa o cuantitativa, lo bueno es hacerlo continuamente y remediar las cosas que no han salido de acuerdo a lo planeado.
7. 7. Falta de compromiso y acomodamiento: Según Andrew Corentt en su libro El Secreto del Poder de las Metas la parte más difícil de vencer en nuestra mente es el acomodamiento, nuestra vida es una serie de hábitos y cambiarlos implica dolor y la mayoría de gente lo esquiva, si no nos comprometemos con nuestra empresa y nuestra propia vida, ¿Quién lo hará? Claramente nadie lo hará.

Podemos mencionar docenas de fallas en las organizaciones y en las personas que impiden el tener una cultura de excelencia, las cosas que más hay que resaltar es que los cambios requieren un fuerte compromiso y lograr lo que se desea puede llevar algún tiempo, pero una vez que los cambios se han convertido en parte integral de los individuos, es decir las ideas están grabada en la mente subconsciente de las personas, lo único que nos espera es el éxito rotundo y el precio del sacrificio vale la pena, visite:

miércoles, 20 de octubre de 2010

La importancia de saber escuchar

Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar". Winston Churchill.

El saber escuchar involucra muchos aspectos que debemos saber manejar a fin de optimizar resultados positivos en nuestro comportamiento y en nuestras interrelaciones de tal manera que se manifieste un clima positivo, genere confianza, respeto, interés, atención.

Según Robertson, todos pensamos que escuchar es importante, pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos bien? . Me permito informar que sería raro encontrar uno entre cien altos ejecutivos que fuese, de verdad, un buen oyente. Mucha gente centra su atención en lo que va a decir después de que termine de hablar la otra persona. Ni siquiera intentan comprobar lo que creen haber oído, y mucho menos reconocer el tono o los matices emotivos. Se trata de errores fundamentales a la hora de emplear esta habilidad básica. Con independencia de los estudios que haya cursado o de su experiencia, usted debe aprender a escuchar.

Alexis Colina Jiménez, nos indica sobre este tema, que si Ud. no sabe escuchar, corre el riesgo de comunicar muy bien cosas que no le interesan a la gente, en los últimos años los especialistas han venido otorgando una atención especial a la habilidad de saber escuchar, dándole un tratamiento relativamente independiente dentro de los estudios sobre el proceso de comunicación. Resulta interesante que, en investigaciones realizadas sobre habilidades de directivos exitosos, junto con la de ser buen comunicador, aparece la de saber escuchar. En otras ocasiones, cuando se señala la comunicación verbal entre las principales habilidades que debe tener un directivo, se adiciona la de saber escuchar.

Realmente, pasamos más tiempo escuchando que hablando. Según investigaciones, del tiempo total que dedicamos a la comunicación, el 22% se emplea en leer y escribir, el 23% en hablar, y el 55% en escuchar. Esto no quiere decir, en manera alguna, que estemos más dispuestos a escuchar que hablar, sino que estamos más expuestos a estar recibiendo información que a transmitirla.

Sobre esto, un estudioso y consultor de estos temas plantea lo siguiente:
“Todos pensamos que escuchar es importante, pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos bien?. Me permito informar que sería raro encontrar uno entre cien altos ejecutivos que fuese, de verdad, un buen oyente. Mucha gente centra su atención en lo que va a decir después de que termine de hablar la otra persona. Ni siquiera intentan comprobar lo que creen haber oído, y mucho menos reconocer el tono o los matices emotivos. Se trata de errores fundamentales a la hora de emplear esta habilidad básica. Con independencia de los estudios que haya cursado o de su experiencia, usted debe aprender a escuchar...”.

Colina en su análisis, nos aporta, que son muy diversos los beneficios que los especialistas han identificado de saber escuchar. Según Robertson:
“... las personas que muestran mayor interés, son los más interesantes, los mejores interlocutores y quienes obtienen mas éxito en la vida. La gente que no sabe escuchar suele poseer un ámbito de intereses muy limitado y, con frecuencia, reduce las posibilidades de su desarrollo profesional y su capacidad de satisfacción personal. Si se interesa en los temas que interesan a aquellos con los que dialoga, extraerá al menos tres ventajas...“.

La primera ventaja que identifica Robertson cuando se sabe escuchar es que eleva la autoestima de la persona que habla. Lo que la gente dice es importante para ella, aunque no lo sea para Ud. Al escucharla con atención, le está expresando que es importante para Ud., que tiene determinado valor lo que esta diciendo. Con esto, al mismo tiempo que genera un clima positivo para la comunicación y las relaciones interpersonales, está contribuyendo a que la otra persona lo trate con idéntico respeto y consideración.

La segunda ventaja es que Ud. podrá ampliar su vocabulario indirectamente. Varios estudios han demostrado que los individuos que tienen más éxito, independientemente de su ocupación, son los que cuentan con un vocabulario más amplio. Los adultos con una educación media poseen un vocabulario de aproximadamente 2 000 palabras y utilizan sólo 400 en el 80% de sus conversaciones.

Las personas de éxito emplean unas cien palabras más en su vocabulario de trabajo.
Una razón por la que estas personas alcanzan mayor éxito es que disponen de más opciones para solucionar problemas. El hombre piensa en forma de categorías que se definen mediante las palabras. Cuanto más amplio es el vocabulario, mayor es la capacidad de que disponen las categorías del pensamiento para proporcionar mecanismos con los cuales identificar y resolver los problemas. Los medios más efectivos para ampliar el vocabulario y, por tanto, para tener una mayor variedad de opciones, son la lectura y la atención del que habla.

La tercera ventaja es que, quienes saben escuchar con atención, aprenden de forma indirecta. Todos somos expertos o conocedores en algún área en la que los demás pueden no ser tan conocedores). Quien sabe escuchar atentamente descubre y se beneficia no sólo del estilo de los demás, sino también del contenido de sus mensajes.

Agrega Colina, que El “arte de escuchar” también está en el centro de la teoría de la “Inteligencia Emocional”, que ha revolucionado el concepto de inteligencia que ha prevalecido durante años. En la parte dedicada a “Ser hábil con la gente”, D. Goleman incluye, entre las principales habilidades que caracterizan la inteligencia emocional, la de Comprender a los demás, expresando como sub-título Percibir los sentimientos y perspectivas ajenas, e interesarse activamente por sus preocupaciones.

Cuando se refiere a “El Arte de Escuchar”, Goleman expresa:
“Cuando estás desesperado por hacer una venta no escuchas con la misma atención.. Para escuchar en el lugar de trabajo es esencial escuchar bien... Quienes no pueden o no saben escuchar dan la impresión de ser indiferentes o insensibles, lo cual a su vez, torna al otro menos comunicativo. Escuchar es un arte. El primer paso consiste en dar la sensación de que uno está dispuesto a escuchar; esta aptitud se corporiza en los gerentes que observan una política de “puertas abiertas”, que se muestran abordables y que se esmeran en escuchar lo que su gente tiene que decir. Y, a los oídos de quienes se muestran abordables, llega más material.. ”.

También no invita Colina a considerar las “10 Reglas de la Buena Escucha de Keith Davis”, que son las siguientes:

1- Deje de hablar.
Ud. no puede escuchar si está hablando.

2- Hacer que el que habla se sienta cómodo.
Ayúdelo a sentirse que es libre de hablar.

3- Demuéstrele que desea escucharlo.
Parezca y actúe como si estuviera sinceramente interesado. No lea la correspondencia mientras le hablan.

4- Elimine y evite las distracciones.
No se distraiga jugando con pedazos de papel, escribiendo, etc.

5- Trate de ser empático con el otro.
Trate de ponerse en su lugar, de manera que Ud. pueda comprender su punto de vista.

6- Sea paciente.
Dedíquele el tiempo necesario, no interrumpa.

7- Mantenga la calma y su humor.
Una persona colérica toma el peor sentido de las palabras.

8- Evite discusiones y críticas, sea prudente con sus argumentos.
Esto pone al otro “a la defensiva”, tiende a predisponerlo.

9- Haga preguntas.
Esto estimula al otro y muestra que Ud. está escuchando, además de ayudar a desarrollar otros temas. (Esta es otra de las características de los negociadores exitosos, preguntar mucho).

10- Pare de hablar.
Esto es lo primero y lo último. Todas las otras reglas dependen de esto. Ud. no puede ser un buen escucha mientras esté hablando.

jueves, 14 de octubre de 2010

Cómo reconocer a las personas tóxicas

or Loreley Gaffoglio
De la Redacción de LA NACION

El que destila un odio visceral y se regodea con la humillación del otro, el que avasalla al semejante, el que busca manipular con mentiras, el que agrede innecesariamente y desvaloriza al otro para sentirse bien él, el que daña con intención sin jamás proponer una reparación, el que incomoda con sus imposturas, el envidioso de todo lo ajeno y el que urde los problemas para acercar luego sus soluciones.

La nómina de personas dañinas la completan el autodestructivo, el narcisista patológico, el perverso, el violento impenitente y el estafador. Se sabe que de seres nocivos está lleno el mundo, ya lo poetizó Antonio Machado con su "mala gente que camina y va apestando la tierra", pero ¿existe realmente la gente "tóxica"? ¿O el término, por descalificador y estigmatizante, se lo reserva sólo a Adolph Hitler o a Ben Laden?

Las neurociencias dicen que sí, que la gente "tóxica" –encarnada por aquellos seres rapaces que inexorablemente perturban el bienestar ajeno y vampirizan al semejante– existe. Y endilgan a fallas químicas la irrigación de esa toxicidad. Sus conductas se traducen en patologías, y la coexistencia con ellos resulta imposible.

En el psicoanálisis y la psicología, la literatura está dividida. No obstante, ambas se inclinan por los vínculos y comportamientos "tóxicos" más que por las personas, ya que lo que es "tóxico" para unos puede ser perfectamente aceptado por otros. En todo caso, se trata de una percepción subjetiva, dicen.

Si bien no existe una cofradía donde se imponga la toxicidad, al hurgar en los perfiles nocivos, sin duda que algunos políticos –aquellos que sólo buscan ser escuchados y prometen lo que saben que jamás van a cumplir– podrían encajar en ese estereotipo. Y, dentro de las relaciones de poder, tampoco los jefes desconcertantes, impredecibles o arbitrarios –los seudoemperadores de la verdad, incapaces de encomiar méritos o esfuerzos– se escapan indemnes a la toxicidad.

Tipos de "encuentro"

"Quien mejor se ha dedicado a este tema en la historia de la filosofía es Baruch Spinoza", apunta el filósofo Tomás Abraham. "El habla de encuentros que potencian nuestras energías y nos dan alegría y los que las disminuyen y producen tristeza. Cuando dos cuerpos se convienen entre sí, multiplican su potencia. Y cuando no lo hacen se produce un mal encuentro, semejante a una especie de envenenamiento", explica.

Pero Abraham pone un freno, al aclarar que "pensar las relaciones humanas en términos de toxicidad deriva de las teorías degenerativas de la psiquiatría racista del siglo XIX".

Investigadora de la vida cotidiana a través de la enjundia filosófica, Roxana Kreimer es asertiva respecto de esa categoría, popularizada por la norteamericana Lilian Glass, en su best seller Toxic people (Gente tóxica). Allí advierte que nadie es "ciento por ciento sano, ni física ni psicológicamente; por eso, es importante atender los patrones caracterológicos y sus efectos", observa Glass. Su libro cuenta hace meses con una versión local, escrita por Bernardo Stamateas.

"Los comportamientos destructivos son tolerados si aparecen de manera esporádica. Pero cuando se repiten con frecuencia contaminan las relaciones interpersonales", completa Kreimer.

"Confucio decía que si uno se topa con gente buena, debe tratar de imitarla, y si uno se topa con gente mala, debe examinarse a sí mismo", añade. Y caracteriza a la gente "tóxica" "por su falta absoluta de empatía con el otro". En ese grupo, incluye a los manipuladores, que se valen de la asimetría de la información para torcer destinos, y a líderes como George Bush, que buscan la adhesión a sus "decisiones impopulares presentándolas como necesarias".

¿Qué sucede con los pesimistas consuetudinarios? Según Abraham, pueden ser "más lúcidos, inteligentes y valientes que toda esa pavada de la buena onda". Para Kreimer, la negatividad en demasía termina siendo contagiosa.

Diana Cohen Agrest habla de "los vínculos destructivos de los que hay que huir". Pero advierte sobre la estigmatización y la capacidad de cambio de las personas. "Los seres humanos –dice– no somos de una vez y para siempre. Estamos en constante proceso de construcción. El nombre definitivo es el del epitafio, pues sólo allí adquirimos una identidad definitiva. Mientras vivimos, se puede dejar de ser «tóxico», como también se pueden adquirir otras características. Sólo una visión demasiado pesimista del ser humano lo condena a ser de una vez y para siempre."

El filósofo Santiago Kovadloff confiesa cruzarse a menudo con este tipo de personas y rogar que en ese instante alguien en el teléfono lo libere de la situación. "Pongo el acento en los vínculos más que en las personas, porque el significado de alguien depende primordialmente de quien entable una relación con él", ejemplifica. Y se pregunta si la gente realmente se cuestiona qué es lo que uno produce en el otro. "Yo también puedo irritar y ser muy aburrido en mi vida pública", confiesa.

Sin embargo, ubica como rasgo dominante de la toxicidad "a las personas monologadoras y autorreferenciales y a aquellos que nos aplastan". El corolario es el tedio, el desinterés y la urgencia de alejamiento, dice. Y arremete contra los simuladores y contra aquellos vínculos cimentados a partir de una necesidad tramposa: "La de no relacionarse realmente".
Claves para evitarlos

* Las personas "tóxicas" influyen en la salud tanto física como psíquica del otro. Por eso es clave identificar los síntomas que una compañía nociva produce.

* A esas personas se las controla quitándoles su poder, escapando de ellas o no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad.

* Si se debe convivir con ellas, en la familia o en el trabajo, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y acciones.

* Cuando surge un comentario o comportamiento "tóxico", simular que uno le presta atención cuando, en realidad, se esfuerza por desoírlo.

* Al "tóxico" se lo neutraliza con amabilidad. Su afán por lastimar con comentarios o actos desagradables resulta estéril si él percibe que carece de efecto.

* Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona "tóxica". Es un ardid efectivo para superar los malos momentos.

* Si no es posible evitarlos, adquiera un identificador de llamadas y reduzca al mínimo el contacto personal con ellos.

* La actitud positiva es siempre una elección. Prepárese mentalmente para estar bien y contrarrestar así las actitudes "tóxicas".

* Si una persona "tóxica" forma parte de su equipo de trabajo, establezca de antemano y claramente las reglas de convivencia. Si se trata de su jefe, hágale saber que usted y su equipo pierden eficiencia frente a comportamientos negativos. Y póngale ejemplos.

* Si el "tóxico" no es alertado sobre su toxicidad, la extenderá en el ambiente. No deje pasar por alto esas actitudes y convérselo inmediatamente con él.

* Ejercite su propia autocrítica y revise con asiduidad qué tipo de actitudes y comportamientos tiene usted para con los demás. Usted también puede ser "tóxico" para otros. La regla es simple: no les haga a los demás lo que no desea que le hagan a usted.

Que los hay los hay

" A los «tóxicos» los olés al primer contacto; son lastres que te hunden y restan siempre. Por eso, tratás de alejarte. Pero la vida te los impone demasiado a menudo"
Martín Bär, empresario

" Hay gente que nos intoxica con su mala actitud y absorbe nuestra energía. Ellos movilizan aspectos que nos resultan intolerables. Nos dañan y nos quitan libertad "
Alicia Belous, psicóloga

"Te cuentan siempre de sí mismos y no les interesa preguntarte nada. Intentan pasarte por arriba; nada ni nadie les viene bien. Son un bajón"
Clara Paillot, pintora decorativa

" El «tóxico» nunca sabe que lo es, pero todos los demás, sí. Nunca está vibrando como su entorno. Además, interrumpe las vibraciones "
Nicolás Posse, músico

"Son gente que conspira para que las cosas no fluyan amigablemente. Piensan: «¿Por qué ser feliz, si se puede no serlo?». Su problema es la actitud"

10 Fallas en la entrevista laboral

Es normal que las personas sientan nervios y cometan errores durante un proceso de selección. Conozca cuáles son los más comunes.

Tal vez el principal reto que deben atravesar las personas en el camino a ser vinculadas contractualmente en una compañía es el cara a cara con el entrevistador.

Este proceso, que resulta clave en la elección de un candidato para ocupar una vacante, hace necesario que la persona entrevistada deje de lado algunas actitudes que pueden afectar su desempeño y a la postre quedar eliminado de la carrera hacia el puesto deseado.

Marcela Gómez, gerente de e-hunters, empresa de consultoría especializada en la búsqueda y selección de ejecutivos para cargos profesionales y de gerencia, nos explica 10 aspectos que se deben tener en cuenta durante esta etapa de selección:

Antes de la entrevista
1. Indague previamente la empresa: Ingrese a la página Web, conozca los productos que comercializa y los servicios que presta. La mayoría de personas no investiga la organización a la que se va a presentar.

2. Tenga en cuenta el perfil de la vacante: Al aplicar a una gran cantidad de ofertas de trabajo se olvida a cuál fue que se aplicó y se termina diciendo 'no sé', un error que tienen en cuenta los entrevistadores.

3. Tenga presente la hoja de vida: Si las respuestas no concuerdan con lo que dice el currículo será una falta imperdonable.

4. Prepare la entrevista y las posibles preguntas: Hable acerca de sus fortalezas, debilidades, metas y aspiración salarial.

5. Investigue el lugar de entrevista: Esto le puede causar un retraso y llegar tarde, lo que hablará mal de usted.

Durante la entrevista

6. Tenga definido el perfil: Lo más importante no es saberse un discurso de memoria, sino poder decir quién es usted, lo que espera del cargo y cómo aportará a su desarrollo profesional.

7. Mire al entrevistador: Se debe tener en cuenta la importancia de la comunicación no verbal, la cual refuerza la imagen de cada persona.

8. Exprésese de forma clara: Evite cometer errores de dicción, responder con divagaciones y ambigüedades.

9. No hable mal del antiguo empleo: Podrían pensar que traslada demasiadas emociones a su puesto de trabajo y que es una persona con poco control de sí misma.

10. Agradezca al entrevistador: Por haberle dado la oportunidad de participar en el proceso de selección.

¿Cómo integrarse a un nuevo trabajo?

FUENTE: http://noticias.elempleo.com/colombia/consejos_profesionales/como-integrarse-a-un-nuevo-trabajo/7716694

Una de las dificultades más frecuentes que se dan en los escenarios laborales es la adaptación de un nuevo integrante a la compañía.

Esta situación se convierte para la mayoría de personas en un tema difícil de superar durante las primeras semanas, ya que la integración con los compañeros y la asimilación de las nuevas funciones, son circunstancias que en los primeros días representan una gran dificultad para todos los que hemos pasado por este proceso.

Aunque cada vez es más común que en las organizaciones se elaboren programas de bienvenida y aprendizaje para los nuevos colaboradores, es normal que después de esta etapa se continúe con una sensación de desorientación e incertidumbre.

Según Diego Cardozo, gerente de Psigma, empresa líder en sistemas de evaluación psicológica y organizacional, la empatía juega un papel muy importante en estos casos, ya que cuando alguien ingresa a una compañía, debe tener una actitud de apertura a la experiencia y flexible al cambio, con el fin de no sólo integrar los nuevos conocimientos, sino la adaptación al clima y la cultura organizacional.

Este experto agrega que existen dos restos fundamentales: el primero de ellos tiene que ver con el desempeño y la curva de aprendizaje concerniente a la organización y al cargo; el segundo tiene que ver con la integración social.

Actitudes relacionadas con lo laboral
- Indagar lo más que se pueda por la compañía, de esta manera se le hará más fácil de entender todos aquellos procesos internos de la organización.

- Consultar sobre el puesto que llega a ocupar, saber desde hace cuánto tiempo existe, cómo funciona y los objetivos de este le ayudará a saber qué hacer y qué no.

- Informarse sobre su predecesor, saber que valoraban y qué no de él, puede ayudarle a saber cómo ser más eficientes.

- Determinar cómo valoran sus jefes la calidad del trabajo que desempeña, ya que los criterios varían de una compañía a otra.

A parte de estas actitudes relacionadas con la función que llega a ejercer, existen unas de tipo social, ya que no es suficiente tener un buen perfil profesional para adaptarse adecuadamente al clima organizacional.

Actitudes con los compañeros
- La cordialidad es una cualidad que sus nuevos compañeros sabrán apreciar. No hay que caer en la 'lambonería' o en la 'adulación', ya que esto también es fácil de percibir y podrá tener el efecto contrario.

- La mesura es algo que deberá tener muy en cuenta, ya que será mal visto que usted tenga una apertura total de su vida personal, no hay que olvidar que no lo conocen y podrá ser blanco fácil de las críticas.

- La prudencia es una característica que deberá cultivar, ya que no será bien visto que hablé mal de su antigua empresa o de sus antiguos compañeros.

- La tolerancia es vital durante esta etapa, ya que sus nuevos compañeros pueden tener actitudes o formas de comportarse que no van a ser de su agrado, por lo que es importante saber asimilar esta situación.

- La paciencia es la principal clave en este proceso, ya que estas primeras semanas podrán ser las más difíciles. Según estudios de Recursos Humanos, una persona se siente totalmente cómoda y segura después de seis meses.

Recuerde que cada espacio de trabajo es diferente y no puede pretender vivir la misma experiencia que tuvo en empleos anteriores, por lo que la adaptación que tenga dependerá solamente de usted.

Andrés Quintero Palomino
contenido@elempleo.com

10 actitudes que molestan a su jefe

http://noticias.elempleo.com/colombia/consejos_profesionales/10-actitudes-que-molestan-a-su-jefe-/7668949

Existen comportamientos que afectan notoriamente el clima organizacional, acciones que inciden directamente en la relación que a diario mantenemos con nuestros compañeros de oficina y que pueden tener consecuencias en los procesos al interior de la organización.

Escuchar música a todo volumen, usar incorrectamente las redes sociales o hablar excesivamente por teléfono, son una muestra de aquellas actitudes molestas que para algunas personas se convierten en detonantes de una posible discusión en el trabajo.

A la par de estos comportamientos, se encuentran algunos que importunan a su jefe y que pueden llegar a desembocar en la finalización de su vínculo laboral.

Y es que una de las expectativas más grandes en los departamentos de recursos humanos y por parte de empresarios al contratar a una persona, es que estos puedan contribuir en la consecución de las metas planteadas, situación que en algunos casos no se cumple.

El portal estrategialaboral.com, página con información especializada en contenidos laborales y empresariales, realizó una encuesta entre 1.200 directivos de diferentes compañías del país para saber cuáles son las actitudes que más le molestan de sus empleados.

Las diez más incomodas

1. Mentiras
2. Falta de compromiso
3. Que sea conflictivo
4. Irresponsabilidad / Incumplimiento de tareas
5. Falta de iniciativa
6. Irrespeto / Altanería
7. Pérdida de tiempo
8. Impuntualidad
9. Desorden
10. Lentitud

Según el Consultor empresarial y profesor universitario José Manuel Vecino, esta incomodidad se da porque cada una de estas actuaciones interfiere no sólo con el desempeño de las personas y del equipo, sino también porque afectan el clima laboral y hace que algunos colaboradores se conviertan en factores de distracción y distorsión frente a la gestión que se realiza.

"Es importante identificar las razones por las cuales se presentan, ya sea que se encuentren al interior de la empresa o motivadas por situaciones personales. Una vez identificada la causa hay que establecer una solución que no se base en normas o sanciones y se fije más en el contexto de la situación", agrega el experto.

Por su parte Diego Cardozo, gerente de Psigma, empresa líder en sistemas de evaluación psicológica y organizacional, afirma que la claridad en las metas de trabajo, responsabilidades y en la promoción de una cultura de prácticas en equipo pueden ayudar a manejar estas situaciones como es debido.

"Pero las actitudes que asuma el empleado para contrarrestar esta situación también pueden contribuir, es importante que el colaborador establezca un plan de trabajo con su jefe inmediato, el cual implique un proceso de mejoramiento que lo lleve a disminuir, reducir o eliminar aquellos comportamientos que no apoyan las expectativas organizacionales que se tienen sobre él", agrega el consultor empresarial José Vecino.

Finalmente ambos especialistas están de acuerdo en afirmar que las características negativas que se relacionan con la lealtad y la honestidad, son las más complejas de transformar o cambiar en una persona y que alguien con estas características es posible que dure muy poco en una compañía.

Las menos incomodas

1. Experiencia profesional
2. Creencias religiosas
3. Orientación sexual
4. Aspecto físico
5. Timidez

Andrés Quintero Palomino
contenido@elempleo.com

10 principios para optimizar tu vida

http://www.degerencia.com/articulo/10_principios_para_optimizar_tu_vida

Los principios son leyes naturales atemporales que gobiernan el desarrollo de la vida, la afectividad personal y las relaciones interpersonales. No representan simplemente los valores de una sociedad o persona. Los valores de una sociedad pueden desviarse en un momento determinados de los principios, pero los principios nunca dejan de ser ni pierden vigencia. No son una moda, pues se aplican en todo lugar y época. Los principios son guías fundamentales y universales. Hay una diferencia entre vivir por prácticas y vivir por principios. Las prácticas pueden tener validez en un momento determinado, pero pueden perder vigencia en tanto la sociedad avanza. Los principios no cambian; son parte de la condición humana y su mejor legado.

Aprender a vivir por principios implica un proceso de aprendizaje que dura toda la vida. Los principios no representan recetas rápidas y fáciles. No son soluciones instantáneas ni cosméticas a problemas fundamentales. Vivir por principios puede demandar un cambio de paradigma y vida importante, una forma de ver la vida y las relaciones muy diferentes a nuestra perspectiva y criterios actuales, pero a su vez son una fuente de crecimiento y éxito duradero y auténtico.

OPTIMIZARE: Los principios fundamentales para una vida de éxito auténtico.

Los principios que a continuación abordaremos forman parte del sistema de liderazgo personal OPTMIZARE, formulados por el Dr. Ron Jenson en su libro Cómo Alcanzar el Éxito Auténtico. La selección de este grupo de principios agrupados en el acróstico OPTIMIZARE representa, más que una propuesta de principios dignos y apreciables, un sistema de liderazgo para la efectividad personal y organizacional.

OPTIMIZARE es un sistema de liderazgo personal dirigido a potenciar el desarrollo de las habilidades y talentos de las personas, mejorar el desempeño y la productividad laboral y profesional. Su filosofía está orientada a enseñar a expandir la capacidad personal para crear los resultados que se desean. OPTIMIZARE busca producir maestría personal en las personas, de tal manera que se conviertan en agentes de cambio y transformación.

Principios para optimizar su vida.

Los principios OPTIMIZARE están clasificados en tres categorías: Actitudes, Convicciones y Compromisos. El mismo Dr. Ron Jenson lo plasma de la siguiente forma:

“Actitudes. Convicciones. Compromisos. El poder de estas tres categorías surge cuando se alinean y armonizan unas con otras. Algunas personas tienen buenas actitudes, pero les falta el compromiso y la dedicación para perseverar. Otros tienen convicciones sólidas pero sus actitudes negativas sabotean su éxito auténtico. Hay otros que volitivamente son fuertes y pueden proponerse lograr las cosas, pero fracasan repetidamente debido a que su sistema de convicciones o actitudes están inhibidos”.

Principios asociados a las actitudes:

1. Optaré por iniciar la acción.

¿Me responsabilizo por mi propia vida y soy una persona que marca la diferencia?

Hay personas que esperan que las cosas sucedan y hay personas que hacen que las cosas sucedan. Muchos asumen su papel en la vida como simples espectadores, o en el mejor de los casos como extras, pero otros deciden ser actores principales – protagonistas. Hay personas que dejan sus resultados al azar, al juego de las circunstancias, a la inercia de los acontecimientos o a las decisiones de otras personas, pero las personas que optimizan sus vidas asumen la responsabilidad de que las cosas sucedan. Estas personas se fabrican sus propias oportunidades y no desperdician las oportunidades que se les presentan, son más decididos en la búsqueda de las oportunidades.

Muchas personas viven sus vidas como víctimas. Le echan la culpa por su condición actual, a sus padres, al estado, a los astros, o al destino. Pero en tanto vivamos nuestras vidas como víctimas, no nos haremos responsables por nuestras acciones, ni tomaremos responsabilidad por nuestro futuro.

No podemos controlar lo que nos sucedió en el pasado: El abuso de que fuimos objeto, la carencia de recursos económicos que experimentamos en la infancia, la falta de amor paternal, etcétera. Pero si podemos elegir hacernos responsables de nuestras actitudes, creencias y conductas. Podemos elegir entre ser esclavos del pasado o ser libres para crecer y avanzar en la vida. Al respecto comenta el psicólogo Albert Ellis: “Los mejores años de su vida son aquellos en los cuales usted decide que sus problemas son solamente suyos. Entonces no culpará a su madre, a la ecología o al presidente. Se dará cuenta que usted controla su propio destino.”

La acción es la mejor cura contra la indecisión. Gordon Graham dice: “La decisión es un cuchillo filoso que corta con suavidad y precisión; la indecisión es un cuchillo sin filo que corta y desgarra dejando los bordes irregulares”. Optimizar la vida exige acción, determinación e iniciativa. La acción es el mejor remedio contra las enfermedades de las personas pasivas: La indolencia, la excusitis, la incertidumbre y el temor. Es también un eficaz catalizador para el entusiasmo, la fe y la activación de los sueños.

Necesitamos mejorar nuestra capacidad de decisión, y asumir una actitud proactiva, no reactiva. Hay personas que difieren tanto sus asuntos pendientes, tal vez esperando que el tiempo o el azar se los solucione, que nunca avanzan ni logran sus objetivos más básicos.

2. Procuraré alcanzar el significado personal.

¿Entiendo mis fortalezas así como mis áreas débiles? ¿Tengo un enunciado de misión personal?

Somos únicos como persona. Tenemos una combinación de talentos, habilidades, oportunidades, experiencia y personalidad única y singular. En este sentido el doctor Victor Frankl expresa: “Toda persona tiene su propia misión o vocación específica en la vida… en ella no puede ser reemplazada [la persona], ni su vida repetirse. De modo que la tarea de cada una es tan única como su oportunidad específica para llevarla a cabo”.

Estamos en esta vida con un propósito. La búsqueda del significado es el empeño más importante de la vida. Como dijo Albert Camus: “El sentido de la vida es la pregunta más apremiante”. La creencia de que la vida no tiene un significado está relacionada con la dificultad que experimentan los seres humanos de hallar ese significado, de conseguir esa correspondencia entre la necesidad de sentido que reside en nosotros con algo en el mundo exterior que legitime ese sentido, que haga figura dentro de nosotros. Pero mientras mayor sea la conciencia, el conocimiento, el contacto y la experiencia personal con el propósito de vida identificado, más profunda será la motivación, la expectativa, el apetito, el apremio y la determinación para avanzar en pos de la consecución del significado de vida que hemos asumido. El propósito le imprime a la vida un acicate y un “sentido de urgencia” de vivir según ese significado. Un propósito de vida nos mueve también a establecer prioridades y a vivir con un enfoque intencional, con la certeza de estar viviendo la vida que queremos vivir, y con la convicción de no desperdiciar la vida.

Tener un sentido de vida llena a ésta [la vida] de entusiasmo y de pasión, lo cual se traduce en emoción con sentido de dirección. Un significado de vida proporciona una sensación de bienestar y plenitud y afecta profundamente la manera en que vivimos, a la vez que sirve de punto de apoyo para el desarrollo de nuestra potencialidad como seres humanos.

Este significado cobra vida en la medida que toma conciencia de quien es usted: necesidades, talentos, habilidades, destrezas, sueños, y las necesidades del entorno que le rodea. Este cruce activa su sentido de destino.

3. Trataré de eliminar lo negativo de mi vida.

¿Adopto los problemas como oportunidades positivas para crecer?

Las actitudes son más importantes que los hechos, decía el Dr. Karl Menniger. También, William James acota que, “El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas al modificar las actitudes de su mente”.

La actitud con que asume la vida cada día es la decisión más importante que puede tomar cada mañana al levantarse. Su actitud influencia sus acciones y éstas sus resultados. No son las circunstancias que atravesamos ni los acontecimientos que nos ocurren los que determinan los resultados, es la actitud con que reaccionamos lo que marca la diferencia.

La actitud es una elección mental, es una postura ante la vida. Una vez que elige una determinada postura, se crea en usted una disposición a ver la vida de acuerdo a esa postura. Podemos tomar la decisión de focalizarnos en el lado positivo o en el lado negativo de la vida. Hay personas que sólo pueden ver problemas en lo que hacen, otras por el contrario ven en cada coyuntura, inclusive adversa, una oportunidad. Hay personas que sólo pueden pensar en lo negativo, sus mentes se han habituado a filtrar sólo lo malo, por lo que viven llenas de pesimismo; mientras que otras, deciden enfatizar el lado esperanzador de la vida y ver las oportunidades.

Ahora, la actitud positiva no se trata de simples frases, tipo cliché, a veces ingenuas, que usted se repite para convencerse de algo o para negar o distraer la realidad que está viviendo. Por más que usted se repita frases “alentadoras”: soy el mejor, todo lo puedo, etcétera; la situación no va a cambiar como por arte de magia. De hecho, la actitud positiva no va hacer desaparecer los obstáculos reales de su vida, pero si va a colocar su mente en el mejor estado mental para enfrentarlos.

La actitud positiva ayuda a su mente a pensar libremente, haciendo que las ideas y soluciones surjan a la superficie. Stephen R. Covey comenta que, “La actitud adecuada permite que nuestra respuesta esté al nivel del desafío que nos toca enfrentar”.

Principios asociados a las convicciones:

4. Internalizaré los principios correctos.

¿Cómo hacer lo correcto? ¿Tiendo a centrar mi vida en principios sólidos?

“Uno nunca sabe que una línea está torcida, a menos que tenga una línea para compararle”. Sócrates.

Los principios constituyen guías infalibles. Los principios son tan obvios que pensar vivir la vida sin ellos haría la vida absurda. Piense como sería la vida si no existiera la verdad, la justicia, el amor y la laboriosidad.

La clave está en identificar y adoptar principios de efectividad en su vida y negocio. Esto garantiza estabilidad, significado y éxito duradero. Ahora para identificar y adoptar principios universales de efectividad, necesitamos cambiar muchos de nuestros mapas y paradigmas actuales. El doctor Ron Jenson propone el siguiente esquema para este propósito:

V erifique sus valores personales.
A rticule su propia matriz ética y filosófica para la vida.
L ogre aprender las perspectivas correctas de los asuntos.
O rdene sus valores con las acciones correctas.
R evise y evalúe su crecimiento.
A lcance a los demás con estas verdades (los principios).

5. Marcharé firme a ejecutar mi misión.

¿Entiendo y sigo apasionadamente la misión de mi vida?
¿He trazado metas para mi vida?
¿Tengo un sistema de retroalimentación para verificar mi progreso?
¿He puesto por escrito los valores que son importantes para mi?
¿Cómo quiero ser recordado?

Una declaración de misión es como un faro que le guía en el camino. Es además una fuente de motivación y entusiasmo para iniciar y continuar la acción. Además, tener una misión le ayuda a mantener su vida enfocada.

Pero la misión debe estructurarse en metas que permitan operacionalizarla. Las metas sin sueños son simples actividades y los sueños sin metas son quimeras, meras ilusiones. Una meta es un sueño con un plazo. La meta es un objetivo, propósito o sentido de dirección hacia el cual dirige todas sus energías, anhelos y esfuerzos. Son los blancos hacia los cuales enfoca su vida. Una meta involucra el esfuerzo organizado y planificado de lo que quiere ser y alcanzar en la vida. Una persona con metas tiene dirección en su vida, establece prioridades, rebosa energía y ánimo, es más creativa y busca con más persistencia los resultados.

Pero establecer metas es un ejercicio riguroso. Las metas no son propósitos vagos ni ambiguos. Mientras mejor definidas sean nuestras metas más probabilidades de éxito tendremos ¿Cómo definir metas adecuadas? Para este fin utilizaremos el acróstico METAS:

Medibles en sus resultados.
Específicas en sus detalles.
Trazadas en blanco y negro (escritas).
Alcanzables en su aspiración.
Supremamente personales.

Ahora, ¿En qué áreas se cumple la misión? La respuesta está relacionada con sus roles de vida y las áreas básicas de existencia, tales como: Fe, condición física, familia, amistades, finanzas, trabajo y recreación. ¿Cómo funciona usted en cada una de esas áreas? ¿Están integradas?


Principios asociados a los compromisos:

6. Integraré tota mi vida para alcanzar el éxito.

¿Mantengo todas las áreas vitales de mi vida en equilibrio?

El éxito debe ser balanceado. Usted no puede considerarse una persona exitosa solo si su empresa marcha de maravilla, pero su familia es un fracaso o su salud es un desastre.

Necesitamos recuperar el equilibrio en nuestras vidas. Esto se consigue integrando nuestra vida. En medio de las presiones de esta sociedad moderna, resulta un verdadero reto equilibrar nuestras prioridades. Nuestras agendas están saturadas y el tiempo no nos rinde. Parece que necesitáramos días de 30 horas. La clave para equilibrar nuestras prioridades radica en aprender a integrar nuestra vida. La figura de un rompecabezas ilustra interesantemente la vida. En algunas personas - las personas exitosas - cada una de las piezas encaja en el lugar que le corresponde. La imagen que se ve es la de un rompecabezas completado, integrado. Esta metáfora equivale a una vida integrada, completa y en equilibrio. Pero a veces nuestras vidas se parecen a un rompecabezas a medio armar, con muchas piezas regadas, sin ubicación. La imagen que se ve es la de una figura incompleta; una vida fragmentada y sin equilibrio.

El éxito en la vida reside en saber equilibrar nuestras prioridades y aprender a colocarlas en orden de importancia. Una vida fragmentada es una vida disfuncional y poco efectiva. Si no logramos integrar todas las áreas de nuestra vida, viviremos en forma incompleta y con insatisfacción permanente. Cada una de las áreas de nuestra vida deben estar en equilibrio e integradas: Vida espiritual (fe, relación con Dios), vida física (salud, recreación, descanso), familia (paternidad, matrimonio), trabajo (negocios, profesión), finanzas (mayordomía, recursos) y relaciones (amistades, participación comunitaria, servicio social, interdependencia en las relaciones interpersonales).

Nuestras prioridades giran alrededor de nuestros roles en cada una de estas áreas: trabajador, padre o madre, esposo (a), amigo (a), colega, empresario (a), vida espiritual. Estos roles, en muchos casos, están en desequilibrio. Puede que dediquemos muchas horas al día a nuestra actividad laboral, y descuidemos nuestro rol de esposo (a) o padre/madre. A veces nos agotamos trabajando tanto al punto de descuidar nuestra salud. Otras veces nos enfocamos tanto en nuestra familia que perdemos de vista las personas que están a nuestro alrededor. A veces perdemos el sentido de proporción y equilibrio.

Ahora, equilibrio no significa vivir según el estatus quo, o desarrollar una mentalidad de “mantener las cosas como están”, permaneciendo reacios al cambio. Ron Jenson habla de dos clases de equilibrio: uno estático y otro dinámico. El equilibrio estático, carece de dinamismo; es pasivo y reactivo; es cerrado al cambio. Mientras que el equilibrio dinámico es activo; busca la adaptación; es abierto al cambio.

Equilibrar la vida también incluye mantener un equilibrio interno entre las necesidades del momento y nuestra inclinación natural, según los rasgos de nuestra personalidad y hábitos arraigados: orientación hacia resultados vs. énfasis en el proceso, tareas vs. personas, estructura vs. espontaneidad, pragmatismo vs. sueños.

7. Zarparé hacia mi meta, cuidando de los demás

¿Me esfuerzo en servir a los demás? ¿Tengo una orientación a contribuir a la satisfacción de las necesidades de otros?

Optimizar nuestra vida se manifiesta en el tipo de relaciones que tenemos con otras personas. Se evidencia en el testimonio de una persona que irradia en su trato con los demás amor, armonía, equidad, gentileza y sabiduría. Se expresa en relaciones personales más ricas, edificantes, profundas y permanentes.

Hoy en día, cada vez es más difícil hablar de relaciones profundas y edificantes. Uno de los subproductos de la sociedad moderna es la despersonalización. La gente ha perdido el interés por la gente. Cada quien está pendiente de sus propias necesidades, sin preocuparse de las necesidades de otras personas.

La cultura que se impone en esta era es la del individualismo que rinde culto al ego, sin otorgarle prioridad al aporte que podemos hacerle a otras personas. Existe además un afán por las riquezas y la acumulación de posesiones, que privilegia el individualismo y el interés propio por sobre la contribución a otros. Bajo este esquema el anonimato, la indiferencia, la indolencia y la neutralidad están ganando terreno sobre el apoyo mutuo, la solidaridad y la orientación a la contribución a los demás.

Necesitamos interdependencia saludable. La vida, por naturaleza, es interdependiente. Los seres vivos constituyen sistemas abiertos que realizan intercambios con el medio ambiente, tomando los elementos necesarios para su supervivencia, pero a la vez dejando su contribución a la vida.

La interdependencia es la base para una efectiva interacción humana. La interdependencia nos mueve a la cooperación, a las relaciones sinérgicas, a la confianza en otros, al trabajo en equipo, a las relaciones profundas y significativas y a la madurez personal.

8. Arduamente mantendré mi rumbo.

¿Persevero y sigo adelante en la consecución de mis objetivos propuestos?

Las personas que logran resultados importantes son perseverantes. Todo lo que valga realmente la pena, nos tomará un esfuerzo y un tiempo prolongado.

La primera vacuna contra la rabia fue producida por Louis Pasteur a los 63 años, después de 25 años de investigación. Alexander Fleming descubrió la penicilina tras 30 años de trabajos de investigación. El patriarca Abraham recibió a Isaac, el hijo de la promesa, después de 25 años de larga espera en Dios. Demóstenes llegó a convertirse en uno de los más grandes oradores de la antigua Grecia, tras muchos años de arduos ejercicios para poder superar su tartamudez. Los hermanos Wright estrellaron más de 500 modelos a escala de aviones, antes de lograr poner en el aire el primer aeroplano con propulsión propia. Abraham Lincoln y Winston Churchill alcanzaron la presidencia de sus países después de toda una vida de derrotas y actividad política. En conclusión, conseguir los resultados deseados demanda enfoque y perseverancia en nuestro desempeño diario.

9. Rigurosamente alinearé mis objetivos.

¿Hago correcciones en mi camino para realinearme con mi misión y objetivos trazados? ¿Cuál es el marco de referencia a través del cual realineo mi andar?

El Dr. Ron Jenson dice que un marco de referencia en los asuntos de nuestra vida debe incluir:


a) El propósito que rige en su vida.
b) Sus prioridades en la vida.
c) Sus principios.
d) Sus peculiaridades (las diferencias y distinciones que lo identifican, sus puntos débiles y fuertes).



Alienar rigurosamente sus objetivos supone además vivir con enfoque. El enfoque es la habilidad de mantener un esfuerzo concentrado en una tarea y meta específica. Dice el dicho que la gota de agua no orada la roca por su fuerza, sino por su contundencia. El esfuerzo concentrado produce resultados asombrosos.

10. Energizaré mi vida interior

¿Cultivo mi carácter y espíritu?

El poder de la vida del hombre reside en su interior. Detrás de cada forma externa hay un poder interno. Las formas o estructuras externas siempre son generadas por un poder interior. El poder, que es interno, precede a la forma que es externa y no al revés. El hombre es reflejo de este principio.

El poder está referido al carácter y a la espiritualidad del ser humano. Su carácter es la raíz de su fortaleza y el núcleo espiritual que le da vida a la raíz. Al respecto comenta el Dr. Ron Jenson: “Nos urge efectuar un retorno a las raíces espirituales y a concentrarnos en el carácter. Estas son las verdaderas bases para el auténtico poder personal. Lo que cuenta es quien es usted en lo más intimo de su ser, en lo más profundo de su fe, en su fortaleza espiritual”.
Tu carácter determina quien eres. Lo que eres determina lo que ves. Y lo que ves determina lo que haces. Tu vida espiritual se expresa a través de tu carácter. Es por eso que el desarrollo del carácter es el centro del desarrollo de la vida hombre; y, en consecuencia, debe ser su prioridad.
El carácter es, según Stephen K. Mawell y otros autores, “una creencia convencional que resulta en una conducta consistente”. Podemos ver que el carácter empieza en el interior del hombre (una creencia convencional) y se expresa externamente (conducta consistente). Esa creencia o convicción interna define las orientaciones por las cuales el individuo se relaciona con el mundo y las personas. El carácter define todo nuestro estilo de vida externo: conductas y actitudes. Enfocarse sobre el carácter es desarrollar la esfera interna del hombre (pensamientos, capacidad de elección, formas de relacionarnos con otros, forma de sentir).