lunes, 19 de abril de 2010

¿Cómo ser efectivos, eficientes y eficaces?

(Sr. Tomás Morell, Consultor especialista en los temas de efectividad)
 
Consultor especialista en los temas de efectividad, Sr. Tomás Morell. ¿Cómo se logra a su juicio la efectividad? 

Creo que la efectividad es una combinación de uno poder hacer las cosas, obtener resultados y poder hacerlo de forma eficiente y sostenible en el tiempo. La efectividad puede ser cuando hablamos de carácter personal, la podemos encarar de diferentes formas en término de los roles, podemos ser efectivos como padres, porque logramos los resultados que queremos para nuestros hijos, podemos ser efectivos como esposos, porque mantenemos una relación equilibrada en beneficio mutuo, podemos ser efectivos en nuestro trabajo porque asumimos con seriedad nuestra responsabilidad, ya bien sea como profesionales, ejecutivos, empresarios, etc. La idea de lograr la efectividad es aplicar sus principios en los diferentes roles que jugamos en nuestra vida. Normalmente son alrededor de 5 a 7 roles como padres, hijos, hermanos, miembros de una familia, comunidad, organización política o social, profesional, laboral. En ese contexto estos principios aplican en todos los ámbitos y no solamente para un rol en particular.

¿Cuál es la diferencia entre eficiencia y efectividad, Sr. Morell? 
Efectividad es un equilibrio entre la eficacia que es el lograr los resultados y la eficiencia que es el usar los medios de forma inteligente para que no haya desperdicio. Por lo tanto, en los medios queremos ser eficientes, no desperdiciar energía innecesaria, recursos innecesarios. En la eficacia queremos lograr los resultados, pero cuando somos eficaces y eficientes y lo hacemos de forma sostenida en el tiempo logramos efectividades. Este es el concepto del término efectividad.

¿Cómo ser efectivos, eficientes, eficaces en un mundo de aguas turbulentas, de aguas cambiantes, en el vertiginoso cambio de la globalización, etc. Sr. Morell? 

Es como un barco en una tormenta, entre más tempestuoso esté el mar, más necesario es tener algo que no cambia y lo que no cambia es una brújula, que tiene un norte, y respectivamente de todas las tormentas que hay en el mar, siempre será un norte. En un mundo tan turbulento lo más importante es tener principios que te orienten y en diferentes situaciones que te permitan tomar las decisiones correctas. Como dijo el Dr. Covey, hay tres constantes: una es el cambio, porque sabemos que es constante, tenemos ante ese cambio los principios porque son constantes, como el principio de la gravedad, es una constante, que funciona independientemente de nuestra voluntad y de donde estemos ubicados, y el último principio es la capacidad que tenemos como seres humanos de hacer una elección ante esos cambios. Es una constante, porque siempre tenemos la capacidad de elegir, en mayor y menor grado, pero si tenemos capacidad.
La diferencia fundamental entre un principio como lo es la Ley de la Gravedad y un valor, es que el valor es algo que yo adopto, o sea, por ejemplo, la honradez, o la equidad, esos son valores que yo adopto, decido si los quiero incorporar a mi vida, básicamente yo lo adopto. El principio es algo que opera con o sin mi consentimiento, por ejemplo, un principio de interacción humana es que las relaciones para que sean efectivas tienen que ser de beneficio mutuo, duraciones duraderas y efectivas requieren de un equilibrio, deben estar basadas en el Ganar/Ganar, en el beneficio mutuo, el cual no necesariamente tiene que ser económico, porque puede ser emocional, puede ser espiritual, puede ser intelectual, el tema es que para que una relación sea perdurable en el tiempo debe ser "ganar, ganar" y eso se caracteriza como un principio de interacción humana, donde los siete principios en que se basa la efectividad se convierten en hábitos a través de la práctica.

¿Sr. Morell, Cuáles son esos Siete Hábitos de la Efectividad? 

Primero, es que el hábito es muy sencillo, la ELECCIÓN, las personas somos capaces de elegir, porque somos responsables de esas elecciones, es una visión de mundo. La vida no es algo que me pasa, sino que yo soy el arquitecto de mi propia vida, soy mi programador. Segundo es que si yo soy el programador, puedo siempre comenzar con UN FIN EN MENTE, en mis diferentes roles y puedo comenzar con como hago el programa de mi vida, cómo escribo el programa. El tercero es PRIORIZAR, ante todas las situaciones de los diferentes roles, tengo que establecer prioridades para poner primero lo primero, no puedo hacerlo todo a la vez, tengo que decidir qué es lo más importante en un momento dado, poner primero lo primero es el hábito tres. Esos primeros tres hábitos nos dan como la victoria conmigo mismo, nuestra victoria personal, privada, logro independencia, me muevo de la dependencia a independencia. Mientras que en los próximos tres hábitos, se aprende la victoria pública, es mi relación interpersonal, que debemos basarla pensando en GANAR GANAR, es el hábito del beneficio mutuo, nos permite la integración efectiva con otras personas y para la integración efectiva con otras personas, pensar ganar, ganar, es una actitud. El hábito cinco es ENTENDER, LUEGO SER ENTENDIDO, es una acción.

El hábito seis, es que el producto de esa actitud de ganar, ganar, o primero entender y luego ser entendido nos permite BUSCAR Y EXPLORAR ALTERNATIVAS, que sean sinérgicas, que sumen, y se llegue a un feliz término en donde todo el mundo quede satisfecho y el último es que como entes, como seres humanos tenemos la dimensión física, mental, emocional, espiritual y social, por lo tanto mantenernos cultivando esas cuatro dimensiones es lo que nos permite mantener el equilibrio de la capacidad de producción, para poder lograr los resultados. Como seres humanos poseemos cinco activos, cuerpos, o dimensiones: la física, mental, social, emocional y espiritual, si están en equilibrio, puedo mantener resultados sostenibles.

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